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- La historia de Arcadia
La historia de Arcadia esta dividida en Eras, siendo
estas un total de siete eras que van desde la creación del universo en la Era
del cielo, hasta el presente en lo que es conocido como la Era de los héroes.
Aunque
muchos saben de la existencia de estas eras, para muchos historiadores los
eventos antes de la Era del caos están ocultos en la sombra de la ignorancia y
la dura, ya que muchos de los libros de estas épocas fueron destruidos durante
la guerra de los dioses y el brillo escarlata.
Razas como
los Elfos, los dragones y los Enanos, cuyas vidan son mucho mas largas que los
humanos tienen mas claras las memorias de las eran antiguas e incluso las
previas a la guerra divina gracias al legado oral pasado a travez de las
generaciones. En el caso de los elfos, en el presente existen algunos
sobrevivientes de la guerra divina e incluso y se conocen un reducido numero de
elfos que nacieron en eras remotas como la era de la belleza y que han
sobrevivido hasta el presente.
Aquí
veremos una versión resumida de los diez mil años de historia registrada de
Arcadia, la cual engloba las siete eras (la era del cielo, la era de la
belleza, la era de las leyendas, la era de la bella tristeza, la era del caos,
la era del valor y la era de los héroes) conocidas.
LA HISTORIA CONOCIDA
Según las antiguas leyendas los dioses vivieron en
Arcadia en la Era de la Belleza. La Luna de Isirie fue la sede de su poder y
desde allí se formó el glorioso imperio celestial, el cual era guiado por los
sabios elfos.
Sin embargo, esta era de
prosperidad no duró para siempre. Aunque
los dioses eran una sola y única familia, hijos e hijas del dios de la luz y la
diosa de la oscuridad, estos eran muchos y sus diferencias terminaron por
dividirlos. La incitadora de esta división fue la oscura diosa Kalith, la cual
corrompió a muchos de sus hermanos y hermanas, manchando el corazón de todos
los que la siguieron, siendo los elfos Derkan los más fieles de sus seguidores.
Fue así que, hace diez mil años,
los dioses lucharon entre ellos, en una terrible guerra donde ellos y ellas
crearon conjuros, artefactos mágicos y criaturas de terrible poder para
derrotarse unos a otros. Sus cuerpos eternos fueron destruidos por las
titánicas fuerzas liberadas, esclavizando sus espíritus al mundo, mientras que
sus cuerpos rotos descansan en la luna Isirie, esperando su despertar.
Tras esta guerra, los Dragones
descubrieron que eran los seres más poderosos del mundo e iniciaron su reinado.
Lo primero que cayó ante su avance fueron los restos del imperio celeste; los
elfos lloraron por su imperio perdido y por los millones que murieron bajo las
garras de los dragones.
Los Elfos pidieron ayuda a los
Enanos, pero, éstos se aliaron con los dragones y los ayudaron con terribles
armas que destruyeron las murallas de los Neidar, hundieron los barcos Silmar y
derribaron del cielo los Asimas de los Avalar. Tras esta traición, los Enanos
se retiraron bajo las montañas donde se dedican a contar su oro hasta nuestros
días.
Los Dragones esclavizaron miles
de razas, formaron cuatro cortes las cuales se repartieron el control del mundo
por casi ocho mil años.
Sin embargo, el mundo de Arcadia
se negaba a quedar estático y, en la Era del Valor nuevos dioses fueron
surgiendo. Caitan el campeón de Esparta y Pendragon el liberador de Manathar
marcaron ésta era de rebelión y guerra. Las grandes cortes de los dragones
fueron cayendo una tras otra, a medida que el imperio Espartano marchaba por el
este, fue Pendragon quien expulsó a Ishvara y a sus hijos de Manathar,
liberando el continente de los Dragones.
La Era de los Héroes fue
oficialmente reconocida en el año 10512 DC (después del caos), aunque se ha
estimado su comienzo en el año 10050 DC, con el surgimiento del imperio de Dite,
un reino dirigido por un déspota llamado Cepheus, un hombre que surgió de un
lugar recóndito de las tierras de Valaris y unió bajo su mando a humanos y
Derkanos por igual, forjando uno de los imperios más grandes de Arcadia.
En este último milenio
grandes conflictos se han dado por toda Arcadia. El mas importante ha sido la
famosa guerra de Tirsis, donde un grupo grande de dioses se unieron para
enfrentar a la falsa diosa Tirsis en las tierras de Azarnb. Esta batalla
titánica fue un reflejo de la gran guerra divina, causando una devastación
inimaginable y la perdida de millones de vidas.
Tras éste conflicto los
sobrevivientes del Imperio celeste en Ararat empezaron una nueva era de
expansión y conquista. Esto fue recibido a su vez con la revelación de la
supervivencia de los Derkan y una respuesta militar por parte del Imperio de
Dite, reavivando la antigua enemistad entre Neidar y Derkan. Estos eventos
coincidieron con los reportes en varios lugares de la aparición de nuevas
razas: los Vizgan y los Kadmus. Estas nuevas razas han cambiado muchas naciones
ya que con ellas llegaron nuevas magias y tradiciones.
En el presente, dos
grandes naciones de dragones aun sobreviven: la Corte de Rubi en Danaan, y la
corte de Jade en Ryukan. La corte de Rubí es activa en sus intervenciones en el
mundo, manteniendo constantes guerras con el imperio de Esparta. La corte de
jade es una historia diferente, gracias al gran anonimato que ha mantenido por
milenios, gracias a la barrera mágica de nubes y huracanes que aíslan el
continente de Ryukan desde la guerra de los dioses.
Algunos Dragones
buscan encontrar la forma de derrotar de una vez por todas a los grifos y
recuperar el poder en Arcadia. Para ello están dispuestos a recurrir a
cualquier medio. Pero no todos los Dragones piensan igual. Odin, el Rey Dragón Amarillo y líder de la
corte de Rubí, desea mantener la paz y ha formado pactos y alianzas con los
reinos exteriores, a costa de grandes enemigos entre los suyos.
El futuro es incierto en
el mundo de Arcadia, la guerra de los Dioses dejó muchas armas mágicas
escondidas en el mundo, las cuales no deben de surgir nunca más. Una nueva guerra está por detonar, una nueva
raza está por aflorar y fuerzas oscuras tejen intrigas en Arcadia, y solo
aventureros osados podrán sobrevivir para ver el nuevo amanecer.
Así inició y se
desarrolló